hernan1951

 
registro: 20/04/2013
ya quisieran algunas manos acariciar como lo hacen tus palabras....!
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La Copa Roja

Perlas díafanas y  cristalinas

En piel aterciopelada

Rodaban silentes

Como no queriendo despertar al recuerdo

Que pacía calladamente

en el fondo de la copa roja

que atesorada entre sus tibias manos

y acercaba lentamente

a la comisura de sedientos labios granas.

Sin beber el último sorbo

dejó la copa ,

quedó en el fondo, el recuerdo.

Para que beber amargos tragos

Cuando la dulzura de los tuyos

embriaga mi existencia.

Cruzó el umbral de la esperanza

Se dirigió al oasis de su vida.

Frutos frescos le esperan

La marchita y agria uva añejada

Permaneció Ahí en el fondo de la copa roja.

HCC/Nov/2014


Como podría..!

Como podría dirigir mi mirada a otro rostro

cuando la belleza del tuyo aún llena mi universo.

Como podría pronunciar otro nombre en mis noches ocultas

cuando cada estrella susurra el tuyo.

Como podría abrazar otro cuerpo

cuando el aroma del tuyo aún permanece en mí.

Como podría besar otros labios

cuando la dulzura de los tuyos aún endulzan los míos.

Como podría acariciar otro cuerpo

cuando aún permanece en mis manos la delicadeza de tu piel.

Como podría si no puedo.....

HCC/Feb/2106


El Refugio

Y vió que ya nada era igual.
Decidió desatar su espíritu hasta hoy envuelto con cuerdas de paciencia.
Poco a poco retiraba el envoltorio de su prisión.
Aparecían reos del tiempo sus sueños y esperanzas.
Sacudió el polvo del olvido acumulado por la inercia del tiempo estático.
El aroma del pasado se fué evaporando.
La fragancia del nuevo amanecer cubrió el esperado momento.
Empezó la transformación.
El espíritu, su espíritu,
abandonó el prolongado refugio
extendió libremente sus alas hacia el nuevo horizonte que hoy brillaba imponente y acogedor.
HCC/Dic.2017

La Gruta

Fria arena de playa escondida
graba las huellas
del andar despreocupado,
límpidas aguas
de espumoso arribo
recogen el paso
del tramo andado,
guardan así
en el fondo marino
el secreto recorrido.
Resuenan las olas
dentro de sus corazones
anunciando el arribo
al oculto refugio,
testigo fiel
leal y silencioso
del tiempo mutuamente compartido.
Alejados del mundo real
permanecen cobijados
por las frías paredes
de la gruta secreta.
Respiración acompasada,
vibra la arena
al compás de los cuerpos.
Marea alta marea baja
imersos en la pleamar,
arriban juntos entrelazados
al éxtasis marino.
Descansa la barca
a merced de las olas
no tienen apuro
la corriente los lleva
a un mismo destino.

HCC Diciembre 2013


Desnudos los pies

Desnudó sus pies
Añoraba sentir la fría pero reconfortante humedad de las pequeñas piedras a la orilla de aquella playa que acompañó alborotados e inolvidables  años mozos.

Un escalofrío recorrió su cuerpo al primer contacto, los primeros recuerdos invadieron su mente,
las imágenes llegaban una tras otra.
Hundió sus pies en aquellas piedras como queriendo ir más allá, necesitaba sentir las vivencias pasadas. Muchas cosas buenas pasaron en su vida en aquella época de cuerpos bronceados por el amigable sol que acompañaba sus aventuras hasta retirarse calladamente en el horizonte marino dando paso a las primeras horas nocturnas anunciadas con la brisa fría que obligaba a cubrirse.

Las pequeñas piedras, tibias ya por el calor del día o por el fuego de los recuerdos emanaban un soporífero vapor que lo envolvía en el tiempo.
El aroma del mar dejó paso al aroma de los cuerpos cálidos tendidos despreocupadamente observando la marea al ritmo de sus corazones.
Era así el amor que se sentían, incansable,  constante pero diverso, cada momento era diferente como cada pequeña ola llegando a las orillas de la playa.

El incomparable sonido del arrastrar de las piedras por el mar al retirase las olas de aquella orilla, de aquella playa, parecían murmurar las mismas palabras de amor que en conjunto se decían cada día, cada noche, días y noches sin medida de tiempos, para ellos no existían las horas, eran sus almas, sus sentimientos, sus corazones quienes guiaban su andar en la vida.

El sol como entendiendo sus pensamientos alcanzó la temperatura que te llama a ingresar al mar y disfrutar de la frescura de sus aguas amigables.
Con paso seguro se dirigieron a la orilla esperando el momento indicado para sumergirse y dejarse llevar por la apacible marea asidos de mutua complacencia por la frescura del agua límpida y transparente como la verdad que compartían entre ellos, subieron a la embarcación de remos que los acompañaba silente en su travesía.
Los cuerpos brillaban tostados por el sol y el reflejo de sus miradas interminables, esas miradas que expresan solo lo que el corazón sabe escuchar.
Desnudaron sus deseos de compartir aquella inmensidad que les ofrecía el mar abierto y acercaron sus cuerpos acariciándose  sin tocarse, amándose sin apuro, sintiendo el clamor del amor entrelazaron sus manos para decirle lo sabemos..!
La embarcación al vaivén de las olas acompañaba el ritmo de sus cuerpos unidos ya por la pasión y el puro desenfreno del éxtasis del momento inolvidable.
Ambos, eran uno solo ahora y así continuaron sin tiempos ni prisas, desnudos sus pies, desnudos sus cuerpos, desnudo el amor.
HCC/Nov 2017