Tomo el teléfono celular,
Configuro la pantalla en modo escritorio,
Y empiezo a improvisar.
No busco formar verbos en cuyas métricas rimen los: "Te extraño" con un "Te Quiero".
¡Lo mío nunca ha sido la poesía!
Mi verbo está en la prosa y en la exquisites del buen y correcto uso de las figuras literarias que combinan bonito cuando entablas una charla con una mujer que sabe escuchar y que cuando le permite a sus labios decir unas tantas palabras, no es para criticar.
Extraño un poco sí, ésta parte de mí.
Y como diría Milanés, extraño también;
"El breve espacio en que no estás". Y luego de buscar ésta canción de Pablo, échale otro vistazo al Youtube y procura recordar lo bueno cuando revivas a Joan Sebastian cantando, "Eso y más".
¡Se vale recordar lo bueno, es parte de extrañar los mejores momentos de aquellos tiempos que nunca volverán!
También se vale ponerle pausa al reloj del tiempo, despojarnos del 'complique' que causa soplar y levantar el polvo que cubre viejas cicatrices entre palabras que conviene mejor no recordar, pero hoy está permitido extrañarte un poco en voz alta. Confesar que de vez en mes pienso en lo bien que la pasábamos riéndonos de las estupideces ajenas, pero nunca del mal.
En un mundo habitado por la malicia, el morbo y interés compuesto por el "algo a cambio", no es posible gastar recursos (tiempo) tratando de explicar aquello que no se puede entender, pero en mis líneas dibujaré una Luna en forma de galleta con chispas de chocolte, y la llamaré incondicional. No, no como la canción del "El Sol de México". Que por cierto, Lucas. La gente anda diciendo que su clon le cantó 'Paloma', a Paloma y no en las cuevas sino en la Arena de Movistar, diría el Chapulín.
¡No hagas caso, Chaparrón!
¡Ver para creer, dijo alguna vez Santo Tomás". Y, aunque no vio. Un hombre de Fe, sabe escuchar. A no ser qué se trate de un perfectísimo playback, pero sigue siendo "El Simba", que como todos, es un erudito al habla de amor en sus canciones, pero no sabe amar.
Muchos critican su nueva imagen con kilos de menos, y nadie sabe si tuvo una enfermedad de más, o simplemente coincidió con el cirujano equivocado. Lo cierto es que hasta ese tipo de conversaciones se valen extrañar aunque sea un poco.
Y no por la parte que implica "especular" en la vida de alguien más, sino porque muy seguramente esas intervenciones u opiniones incluirían carcajadas como rafagas de felicidad esquiando en el deshielo de días esos lluviosos sin arcoiris al final, como en la canción de Montaner.
Se vale hacer una pausa y extrañarte un poco tomando el riesgo a equivocarse una vez más, pero me vale, vale, vale. Mevle todo como a Maná.
Se vale sentir la nostalgia que el aprendizaje nos da.
Se vale aprender a soltar, dejar ir y desearles lo mejor, a quienes nunca estuvieron. No obstante, tienen un lugar aquí, "En un rincón del alma". De Alberto Cortez / Patricia González para terminar.
Posdata:
Grupo musical Tercer Mundo | Tema Te extraño un poco